La tercera vía

Una vez más ha sido Apple quien ha dado la idea de por dónde pueden ir los tiros. Frente a la obstinación “a la Murdoch” de obligar a los internautas a pagar los servicios que hoy obtienen gratis, estrategia muy difícil de llevar al éxito, Apple ha abierto un camino a través de su nuevo hardware (iPod, iPhone, iPad) que bien podría extender un modelo de negocio ya probado con éxito en iTunes y en la Apple Store: la venta por microprecio de aplicaciones y productos de entretenimiento.

Desde hace unos años Apple está abriendo una tercera vía, más allá de la informática o de la telefonía móvil, creando nuevos “electrodomésticos” para la vida cotidiana. Y es en estos nuevos soportes donde se filtra la posibilidad de servicios freemium: leer El Mundo en la web “de toda la vida” (gratis) o ser suscriptor de Orbyt. Ver un vídeo en Youtube (gratis) o comprar una película en HD en iTunes. O disfrutar del cómic de Spiderman de este mes por un módico precio… Todo ello en opciones tan cómodas y asequibles que al usuario apenas le importa pagar por ello. La clave ya la ha intuido Pedro J. Ramírez: se trata de ofrecer un servicio cualitativamente superior, o al menos diferente, en las versiones Premium. Hacer pagar por las versiones free está abocado al fracaso.

Personalmente tengo mucha curiosidad por ver qué tal sale lo del iPad. Pese a que buena parte de la comunidad geek se ha subido por las paredes al descubrir que el ingenio de Apple no era un Macbook Pro encubierto, yo creo que el aparato en cuestión tiene un gran futuro como tertium genus entre el portátil y la TV. Recuerdo que hace ya un par de años yo le comentaba a @fjherrera13: “Echo de menos un aparato cómodo, apenas una pantalla A4 que sirva simplemente para navegar por internet, ver fotos y poco más, que lo puedas usar tumbado en el sofá igual que lees una revista o un libro”. Parece que Steve Jobs también.

Seguramente no estemos ante la panacea (¿acaso algo lo es?), pero por lo pronto servirá para: 1) Generar nuevos nichos de negocio, como hemos comentado, basados en la venta de aplicaciones y productos literarios, interactivos y multimedia. 2) Acercar de forma muy amigable la tecnología a usuarios difíciles de iniciar (estoy pensando en mi madre, que cumple 80 años) tal y como ha hecho Nintendo con sus interfaces supersencillas en DS o Wii.

¿Cómo evolucionará, entonces, el mercado? Eso ni Dios lo sabe… y es que ni siquiera Dios puede ser Steve Jobs.

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