Tomamos prestado el título de la genial pieza de Wim Mertens para hablar de un tema importante a la hora de abordar nuestra estrategia Social Media: la audiencia.
A menudo cuando un cliente nos pide organizar la presencia de su empresa o su marca en redes sociales, parte de un error de base, un pecadillo original de soberbia, que le lleva a imaginar que su página de Facebook debe tener montones de fans, su blog muchos seguidores, su Twitter gran número de followers, etcétera. Luego, al poco tiempo, vienen las decepciones cuando hay 20 fans en Facebook, las caras largas y las reflexiones del tipo “yo me esperaba que esto de las redes sociales era otra cosa”.
Todo esto viene por no haberse hecho una sencilla pregunta al principio de todo: “¿Por qué?”
Efectivamente: ¿por qué se va a hacer alguien fan de tu página? ¿Por qué va a hacer clic en “Me gusta? ¿Por qué va a seguir tus contenidos? Es necesario, sí, tener una estrategia planteada, unos objetivos, un camino trazado, monitorizar los resultados y los feedbacks, vale. Pero si no tienes respuesta clara a esos sencillos “por qués”, sencillamente no hay estrategia posible.
Es muy sencillo: estamos hablando de generar contenidos, de conversar con el usuario, de reforzar el vínculo emocional pero también estimulando el racional, etc. Por eso es clave que dichos contenidos aporten valor, sirvan para algo, que el usuario sienta que le producen un input de conocimientos, beneficios (materiales, como una promoción, o emocionales, como un vídeo viral muy creativo) o lo que sea.
Por eso es clave preguntarse qué estamos aportando, y suele ser útil valorar: “Si yo fuese un usuario, ¿cómo reaccionaría yo ante este contenido?”. Nosotros en Verso Social Media dedicamos una buena parte de cada presentación a nuevos clientes a realizar un enfoque realista de la cuenta y de las posibilidades de las redes sociales. Es lo que coloquialmente llamamos “la fase corta-rollos”. ¿Se trata de tirar piedras sobre nuestro propio tejado? En absoluto, en realidad lo que pasa es que no nos gusta vender motos, ni humo, ni generar expectativas que luego, en un plazo breve, lleven al desánimo.
Porque el trabajo en medios sociales es de largo recorrido, de fondo, y en el centro de toda estrategia no está sólo la marca: está el usuario, el follower, el fan. Si no pensamos en él/ella, nos estamos equivocando.
Y para cumplir con el ejemplo, como nosotros también queremos aportaros cosas, os dejamos con la citada obra de Wim Mertens para que disfrutéis un rato…