Una de las cosas que más comentamos en nuestros encuentros con otras empresas es cómo está cambiando la mentalidad en relación con aspectos como “la competencia”. Cuando empezamos a trabajar en publicidad, hace años ya, las agencias trabajaban como búnkers, se miraban de reojo, sospechaban unas de otras. Aún hoy encuentras clientes de otros sectores con miedo a comunicar hacia el exterior, precisamente por si alguien de su competencia les copia algo, averigua su know how, se adelantan a sus estrategias. Este perfil de cliente, a día de hoy, comparte una característica esencial: no son emprendedores.
Desde que montamos Verso y empezamos a dar servicios social media y campañas en redes sociales, nos hemos ido relacionando con otros Community Manager en Murcia, con otros profesionales de la comunicación. Hemos conocido a gente tan interesante como @robertofc_ y su proyecto de Comunicación Comestible. A @kukiluc y su Agencia H (A la chita callando). A @gabinavarros y su inagotable trabajo como Community Manager del Grupo Drink&Eat. Y con unos y otros hemos colaborado compartiendo ideas, sugerencias, recursos e incluso clientes. No estamos hablando de pertenecer a un organismo sectorial o a una agrupación de ningún tipo, sino a una cooperación espontánea y continua, a una relación fluida.
Y es que la clave para la supervivencia no es la competencia a ultranza y la agresión mutua, sino la colaboración.
Hace 73.000 años la especie humana ya había llegado a la India, por el sur de la península arábiga. También habíamos poblado el Sudeste asiático y el sur de China. Europa sólo estaba habitada por neanderthales. Precisamente entonces tuvo lugar la erupción de Toba, en Sumatra. Sus efectos produjeron un invierno de seis años en todo el mundo, seguido de 1800 años de intenso frío. Se cree que la humanidad quedó reducida a poco más de 1.000 individuos. ¿Cómo se salvó de una más que probable extinción? Hoy los expertos opinan que fue el lenguaje, y la posibilidad de compartir recursos y conocimientos entre tribus y generaciones, lo que salvó a la especie.
Hay una cierta similitud simbólica entre aquellos supervivientes y los jóvenes autónomos microempresarios de hoy: ambos pertenecen a una misma especie, la humana, cuyas guerras y conflictos y agresiones han llenado tomos y tomos de historia pero que en realidad han superado las adversidades hablando en torno a una mesa, a menudo con algo de comida y bebida, y que no han tenido miedo a compartir lo que sabían porque confiaban más en la suma y la multiplicación que en la resta y la división.
Y en esas estamos…
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No sé qué más se puede añadir a lo que Víctor ha escrito. Bueno sí: fetén.
[Todo comunica y, si quieres, todo suma… incluso ser ‘superviviente’].
Buenos días,
Me llamo Paula y le escribo desde Apréndelo, un portal de educación. El motivo de este correo electrónico es una propuesta: contamos con este blog: http://www.sisoyo.com/ en el que también hablamos sobre temas de social media, internet… y nos gustaría saber si le interesaría un intercambio de links para el blogroll, pues su blog trata temáticas relacionadas y nos ha parecido interesante.
Gracias por su atención, esperamos sus noticias, tanto para bien como para mal
Un saludo
Encantados, Paula… ¡Ya estáis en el blogroll! 😉