Si eres un emprendedor, o una pequeña empresa, es probable que ya tengas tu propia web y que te interese promocionar tu negocio en Internet. También es probable que tengas poco o ningún dinero para invertir en esa promoción, así que ¿está todo perdido? No tiene por qué. Como en tantas otras ocasiones en que has sacado adelante tu negocio con escaso o nulo presupuesto, Internet ofrece oportunidades que no debes desperdiciar. Sólo es necesario un poco de tiempo. ¿Que tampoco dispones de tiempo? Entonces tienes un problema… aunque merece la pena intentarlo: al fin y al cabo se trata de la promoción y divulgación de tu empresa y sus servicios.
La estrategia de la araña
La idea de partida es desplegar toda una serie de contenidos que aumenten el conocimiento de tu marca y de tus servicios, y que lleven a la gente hasta tu web. Para ello es importante salir de los muros de tu propia página y darte un paseo por la red. Conocer gente, que poco a poco te conocerá a ti y tal vez acabe acudiendo a ti cuando necesite algo de lo que tú produces/haces/sirves. Internet funciona más como espacio para las relaciones públicas que como mero escaparate publicitario.
1) Crea un perfil en Xing o Linkedin. Los profesionales están allí, y las oportunidades para hacer Networking (compartiendo recursos y servicios) también.
2) Haz tu propio blog. Comparte lo que sabes, como haces cada día con tus clientes. ¿Que no sabes de qué hablar? ¡Pero si no dejas de hacerlo todos los días! Si tienes una asesoría, habla de las repercusiones de la subida del IVA, o de las líneas de crédito del ICO, o de los temas que más te preguntan los clientes. Si tienes un estudio de diseño, habla de tus trabajos, de cómo te enfrentas a ellos, comparte bocetos e ideas. No se trata de ser expertos, sino de acercar nuestro trabajo y nuestro saber hacer a la gente. En cuanto a las herramientas, Blogger o WordPress son muy sencillos de utilizar. Y cuando os atasquéis, una rápida búsqueda en Google os mostrará miles de tutoriales y consejos para continuar.
3) Entra en Facebook y Twitter. Crea un perfil. Dedica los primeros días a “escuchar” y a hacerte con la mecánica de relaciones dentro de estas redes sociales. ¿Que es una chorrada? Dedícale en serio una hora al día a este seguimiento y dentro de seis meses me lo cuentas.
4) Interconecta los contenidos. Haz que fluyan. Enlaza en las redes sociales la nueva entrada que has redactado para tu blog. Redacta un buen perfil sobre ti o sobre tu empresa en la página About de tu blog. Coloca en todos tus pefiles un link a tu página web corporativa.
5) Sé amable y trata a todo el mundo como a ti te gustaría ser tratado.
Y un consejo: procura entender bien cómo funcionan Internet en general y los medios 2.0 (blogs, redes sociales, etc.) en particular. No se trata de espacios de anuncios por palabras ni de spam masivo, sino de comunicación “de tú a tú”, directa y cercana, con personas. Personas que han vivido estupendamente sin saber nada de tu empresa y que podrían morir dentro de otros cincuenta años, en una inmensa placidez y felicidad, sin conocerla aún. Así que en vez de obsesionarte con “captarlos” para tu causa ofréceles información y contenidos que les interesen y que les hagan ver que eres un buen profesional.
Estas ideas son un punto de partida para una estrategia “casera” e inicial. Si ya estás metido en la dinámica del Social Media te podrán parecer superficiales, pero te sorprendería saber la cantidad de emprendedores y pymes que no están aprovechando las posibilidades de la red.
Si estás entre estos últimos, ya no tienes excusa: estos sencillos consejos, e incluso las herramientas para llevarlos a cabo, son gratis.
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Me ha gustado!
Ahora bien, si el «core» de la actividad de este emprendedor no tiene nada que ver con Internet, las horas pasadas en montárselo uno mismo también tienen un precio…
1 cosa que haces es otra que dejas de hacer
Evidentemente. Todo tiene un precio aunque sea en la inversión de tiempo que sustraes a otras tareas. La cuestión es si merece la pena y si a esta inversión se le puede obtener un retorno que la compense, y yo creo que sí…
Me alegro de que te haya gustado…