Las nuevas tecnologías no dejan de sorprendernos con nuevas paradojas. Con el desarrollo de la Inteligencia Artificial, nos encontramos con un nuevo reto en forma de concepto difícilmente clasificable: la obra sin autor, entendida esta como expresión artística producto del «trabajo» autónomo de un software de inteligencia artificial. ¿Qué tipo de protección desde el punto de vista de la propiedad intelectual puede tener una obra que no ha sido creada por el ser humano? Sobre esto he reflexionado en mi último artículo en el Blog de Victor Martínez Abogado. ¡Espero que sea de vuestro interés!