En 2009 nació Jan, hijo de Bernardo Moll y Mónica Vic. Jan tiene síndrome de Down, y como fórmula para ir asimilando esta sorprendente noticia e ir reflexionando sobre sus implicaciones, su padre decidió iniciar un blog. Pero claro, Bernardo es cineasta y su mujer actriz, así que el proyecto del blog no tardó en convertirse en algo mucho más grande, y empezaron a rodar a su hijo en las distintas fases de su evolución desde su nacimiento hasta hoy. El resultado: un relato sobre la maternidad, la paternidad y el amor incondicional por un hijo que nace con características diferentes de las esperadas, pero lleno de energía, vida e interés por aprender.
Traigo aquí este caso porque este proyecto ha visto la luz a través de dos procesos muy interesantes que ha facilitado la actual cultura 2.0: el crowdfunding y el crowdticketing. Efectivamente, la película pudo ser realizada, montada, sonorizada, y pasar por todas las fases necesarias de producción del cine gracias a la financiación que, a nivel particular, hacían personas anónimas a través de una de las plataformas más conocidas en la materia en España: Verkami. No me voy a extender demasiado en el crowdfunding porque es un fenómeno ya bastante extendido que permite la producción de cine, literatura y cómic, aparte de muchos otros proyectos, como las inversiones productivas a desarrolladores de tecnología que facilita Kickstarter.
Pero volviendo a nuestra historia: una vez con el producto creado y preparado para su distribución, venía el segundo escollo; aunque ‘La historia de Jan’ tuvo distribución comercial a través del sello Sherlock Films, pudiéndose ver de forma convencional en varios cines (una distribución de hecho muy buena para tratarse de un documental, que ha logrado que a día de hoy, 5 semanas tras su estreno, aún se proyecte en los cines Verdi de Madrid), lo cierto es que su distribución en salas de cine no podía ser la que acostumbramos a ver en la mayoría de películas ‘mainstream’ (con estrenos en todas las capitales de provincia, por ejemplo). Es aquí donde entra la segunda plataforma de relación horizontal: Screenly, una web especializada en Crowdticketing. “Conectamos films con espectadores”, dice su eslogan. Y así es. Porque, ¿qué es el crowdticketing? En Screenly lo definen así:
Screenly es una plataforma web que permite a cualquiera la organización de proyecciones bajo demanda en salas de cine, a través de nuestro particular sistema de reserva colectiva de entradas: el crowdticketing.
Screenly es una herramienta para que los espectadores tomen el poder, se puedan convertir en promotores de eventos y se organicen para conseguir ver lo que quieran ver, dónde y cuándo ellos decidan.
Screenly es un servicio para que creadores, distribuidores y exhibidores investiguen nuevas formas de distribuir en salas de cine y en el más allá, utilizando internet como aliado y no como enemigo, encontrando e implicando a su público.
Catálogo transversal, abierto y de acceso gratuito.
De la simple proyección al evento como experiencia compartida y participativa.
Todos ganamos: la sala de cine, la película, el promotor del evento y sobretodo los espectadores.
Gracias a esta filosofía cualquier persona puede organizar pases de películas como ‘Amanece que no es poco’ o ‘Los Goonies’, por poner algunos ejemplos interesantes de su catálogo. Y también de proyectos de cine independiente como ‘La historia de Jan’.
Con este tipo de plataformas, internet y las redes sociales vuelven a demostrar su enorme potencial para conectar a una diversidad de personas con intereses comunes, dándoles además las herramientas para hacer realidad proyectos que antes eran prácticamente imposibles.
P.D.: El jueves 15 de diciembre de 2016 pudimos disfrutar de un pase de ‘La historia de Jan’ en Murcia, en los cines Centrofama, gracias a Screenly.